martes, 10 de abril de 2012

¿POR QUÉ SOMOS INFIELES?

Es verdad, no todo el mundo lo es. Pero una gran mayoría lo está siendo, lo ha sido o piensa en serlo ¿Por qué? ¿Hay alguna razón física, psicológica o social que empuje a que un miembro de la pareja traicione sexualmente, e incluso emocionalmente al otro? Pues no existe un motivo fijo: existen tantos como infieles hay en el mundo.

Muchos buscan el morbo de la novedad, lo desconocido, lo diferente. Se dice que buscan fuera lo que no tienen en casa. Sin embargo otros muchos tienen de todo en casa, pero su deseo es insaciable y acaban probando las mieles ajenas.


Hay quien no tiene una mente tan evolucionada para encontrar un motivo de peso, simplemente se abandonan al deseo de satisfacer sus instintos, sin tener en cuenta las consecuencias. El caso, es que son muchos los motivos que alegan aquellos que alguna vez han cometido una infidelidad.

Las razones más comunes de los infieles

Cada infiel tiene un motivo en particular, pero la mayoría podrían encuadrarse entre los siguientes grupos:
  • El momento crítico del final del enamoramiento: Ya no es un secreto que el amor tiene más que ver con la química y el sexo que con el corazón. Sin embargo, no pasa lo mismo con el vínculo emocional. Cuanto más tiempo pasa, más se debilitan las reacciones biológicas que nos aferran a nuestra pareja, sin embargo, más crecen los lazos emocionales. Eso crea un desequilibrio al que es difícil enfrentarse. Muchas parejas sufren la infidelidad en esa fase, cuando el otro deja de ser el centro, pero necesita seguir siéndolo. En ese momento, es fácil caer en las redes de alguien que parece que te valora más que tu pareja. Sin embargo, ese desequilibrio desaparece tras un periodo de adaptación a la nueva situación, por lo que esto no debe suponer el fin de la pareja.
  • La monotonía… esa eterna culpable: es otra de las peores amigas de la pareja. Cuando hace presencia entre la misma, llega también la desilusión. Caer en la rutina hace que una pareja se distancie, y acaben teniendo menos detalles con el otro. En esta fase, el deslumbramiento por un tercer individuo que ofrece la química inicial del enamoramiento, puede acabar con la estabilidad de la pareja, en forma de aventura o infidelidad.
  • Una vida sexual poco satisfactoria, es la excusa más común. Aquella de los que dicen “buscaba fuera lo que no tenía en casa”. Aman a sus parejas, y tienen un vínculo emocional muy fuerte. Pero sus deseos sexuales insatisfechos, pueden más que la lealtad hacia su amor.
  • Buscar el eterno enamoramiento: hay quien necesita vivir la emoción constante del amor recién encontrado, por eso, aunque estén atados a una persona, buscan incesantes la adrenalina y la inseguridad del principio de una relación. Sin embargo, buscan múltiples aventuras, porque sólo obtienen lo que buscan durante los primeros encuentros.
  • Necesidad de libertad: es la que tienen aquellos que no soportan el compromiso. Lo necesitan porque es un convencionalismo social, pero no pueden vivir con límites y sin hacer lo que quieren. Tienen pareja, la aman, pero anteponen la libertad de sus actos al respeto necesario hacia su pareja. No tienen límites, ni pretenden tenerlos, aunque saben que pueden hacer mucho daño.
  • Muestra de poder y búsqueda de autoestima: se da sobre todo en los hombres. Cuantas más aventuras tienen, más poderosos se sienten sexualmente. También las mujeres buscan subir su autoestima seduciendo a otros hombres.

Toda una cultura de la infidelidad

Paradójicamente, en una sociedad monogámica como en la que vivimos, son muchos los que rompen las normas. Y es que quizás las imposiciones sociales no son tan fuertes como las necesidades sexuales y amorosas. Cada vez más, la infidelidad está aceptada y más que asumida. Hoy ser infiel no cuesta “una lapidación social” (casi nunca), y es cada vez menos sorprendente ver como surgen incluso empresas que se dedican a facilitar las aventuras de los que sobrepasan los límites de la pareja.
Está claro, que hoy en día, incluso tenemos todas las facilidades del mundo para echar una canita al aire. Queda dentro de la elección de cada uno, pero por si alguien necesita referencias sobre a dónde acudir para conseguir una aventura discreta, aquí les dejamos algunas pistas:
  • “Ashley Madison”, es una de las pioneras en cuanto a agencias de contactos esporádicos para infieles. Como en todas las del “gremio” ofrecen discreción y efectividad a un módico precio. Puedes crearte un perfil y probarlo de forma gratuita, pero una vez pasado el periodo de prueba, el servicio es de pago. En España ya tienen más de 500.000 usuarios.
  • “Romance secreto” es otra de las favoritas. Sus servicios son gratuitos, y está cerca de los 150.000 usuarios. Dentro de la misma hay una mayoría masculina (67%), frente a un discreto 17% de mujeres.
  • “Victoria Milán” Al igual que Ashley Madison, puedes probarla de forma gratuita, pero es de pago.
  • “Gleeden” también pisa fuerte en el mundo de los aventureros amorosos. Ya va por los 50.000 usuarios, y cuenta con servicios que tienen tarifas que oscilan entre los 15 euros, hasta los 500. Una opción muy discreta.
Todas estas agencias recomiendan inscribirse con un email creado para la ocasión, que no te delate ante tus contactos familiares, ni ante los laborales.

¿Y al otro lado?

No todo va a ser facilidad para “el malo” de la película. Aquel que sospecha que está sufriendo una infidelidad, también puede recurrir a infinidad de servicios y de tecnologías dedicadas a desenmascarar al infiel.
No sólo un perfume extraño, manchas de carmín, o una llamada desconocida pueden delatar a tu desleal pareja. Existe un software llamado FlexisPy que permite identificar las llamadas al móvil de tu pareja, y que además incluye un sistema de GPS que puede servir para localizarlo allá donde vaya… (Esto no sabemos si es muy legal que digamos).
El caso es que si vas a ser infiel… piénsalo bien, porque tienes muchas probabilidades de que te pillen.
Sabemos que la felicidad personal es muy importante, y que hay que luchar por conseguirla. Pero a veces hay que tener en cuenta, que siendo egoístas, estamos empañando la felicidad de otra persona. El respeto a la pareja es primordial y base de la misma. Por eso, si caes irremediablemente en una aventura, medita bien las causas, y toma la decisión más adecuada. Piensa siempre que puedes hacer daño a quién más quieres.

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