martes, 22 de mayo de 2012

¿HABLAR CON TUS HIJOS DE SEXO? TE DAMOS ALGUNAS CLAVES

Si hay un momento tenso en la vida de un padre o una madre, ese puede ser enfrentarse a la primera conversación sobre sexo con sus hijos. Siempre es un tema difícil, porque la barrera generacional hace que nunca se sepa si el momento es adecuado, si las formas son adecuadas, y siempre se plantean demasiados aspectos que lo único que consiguen es retrasar ese momento.
El excesivo instinto protector no nos deja nunca ver que nuestro hijo va creciendo, y que debemos hablar con él o ella cuanto antes, para que no cometa errores antes de tiempo. La educación sexual en casa es muy importante para evitar embarazos no deseados o el contagio de ciertas enfermedades venéreas, por ejemplo.

Si tu hijo se acerca a la adolescencia, y jamás has tocado el tema, mal asunto. Necesitas ir tomando nota de nuestros consejos y dejar el miedo o la vergüenza a un lado. Es el momento de darle a tu hijo o a tu hija la información que necesita.
Además, hablar con naturalidad de sexo con ellos, puede incluso unirte más. Establecer una conversación sobre sexualidad puede ayudar a superar ciertos tabúes desde la educación, y establecer un vínculo afectivo más fuerte entre padres e hijos.

Y como es un tema muy delicado, queremos que sepas como encauzarlo.

No cometas los siguientes errores al hablar de sexualidad con tus hijos:

  • Nunca te hagas el despistado: Estamos de acuerdo en que es complicado afrontar la situación, y por eso cuando nuestros hijos preguntan, tendemos a “hacernos los tontos”. Sin embargo nos equivocamos, porque normalmente cuando un niño pregunta algo, es porque está preparado para entenderlo. En parte, su pregunta demuestra que él ya lo entiende, la mayoría de las veces buscan una reafirmación por parte de sus padres.
  • A cada pregunta, su respuesta: Si ellos preguntan algo concreto, no contestes con evasivas. Ni te vayas por las ramas. Contesta concretamente lo que te hayan preguntado, sin necesidad de darle ningún tipo de información extra, a no ser que te la pidan con otra pregunta.
  • No pienses que por explicarlo una vez, ya no tendrás que volver a hablar del tema. A veces no lo entienden a la primera y hay que volver a abordar el tema en cuestión. Nunca te molestes porque muestre curiosidad y repita la cuestión. Contéstasela amablemente, e incluso ofrécete a responder cuantas dudas tenga.
  • Explícalo de la forma más sencilla: si es un niño, no utilices términos científicos ni demasiado rebuscados. Utiliza un lenguaje sencillo y simple que pueda llegar a entender con claridad. Eso sí, utiliza términos correctos como vagina, pene, eyaculación… no utilices términos vulgares. Que conozca la sexualidad con rigor.
  • Nuca te rías ni te mofes con sus preguntas. Puede sentirse ridiculizado, o interpretar determinados términos sexuales como algo vergonzoso, o como un tabú. Y no es eso lo que queremos. Trata tus respuestas con seriedad (relativa por supuesto, tampoco pretendemos que parezcas un ogro hablando de sexo), pero estás hablando de un tema serio, nunca lo olvides.
  • La educación sexual de tus hijos es tu responsabilidad. Por eso debes afrontarla sin esperar a que otros lo hagan por ti. En el colegio, en la familia,… puede abordarse de una forma superficial. Pero nadie va a implicarse tanto como para educarle sexualmente como a ti te gustaría hacerlo. Además, debería revisar y corregir los posibles consejos perjudiciales que haya podido escuchar de quien tu menos esperes.
  • Y decimos que la responsabilidad es de los padres, y recalcamos ese plural. Porque en estos tipos de momentos es importante que tanto el padre como la madre estén presentes. A veces, la pregunta que hacen es más propia para uno que para el otro, pero es importante que el niño adquiera la visión de los dos, por eso nunca digas “pregúntale mejor a tu padre…” o a tu madre.
  • Si el padre o la madre ya ha contestado alguna de las preguntas, no se te ocurra contradecirle. Lo único que conseguiríais será hacer un tremendo lío en la cabecita de vuestro peque, que le hará sentirse a la larga mucho más inseguro. Este caso ocurre mucho cuando existe poca comunicación entre los padres, por ejemplo en parejas divorciadas.
  • Cada niño tiene su edad, y a cada uno hay que atenderle según lo demande. Si tienes hijos que se llevan poca edad de diferencia, no pretendas enseñarles todo a la vez. Habla con el mayor cuando pregunte, y espera a que el pequeño haga las cuestiones que quiera en el momento oportuno.
  • Deja claro que tú no lo sabes todo, y acepta que habrá preguntas que no sepas contestar. En ese caso, empuja a tu hijo a que siga buscando la respuesta, pero adviértele además que cuando la sepa, te lo cuente. Si ciertamente no lo sabías, aprenderás. Y además podrás evaluar la explicación que le han dado.
  • No des connotaciones negativas al sexo, pero tampoco le incites al libertinaje. Busca el término medio para que él pueda elegir un camino responsable.
  • Háblale siempre de los peligros del sexo. De forma comedida, que no le coja miedo, pero si el respeto suficiente como para practicar el sexo de forma segura.
  • Trasmítele siempre lo maravilloso de la sexualidad. La magia, el encanto. Es algo bonito que hay que disfrutar, aunque siempre con precaución.

Siempre podremos equivocarnos, pero siguiendo una serie de pautas y afrontando la situación con naturalidad, tienes la mitad del trabajo conseguido y con éxito. ¡Suerte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario