lunes, 7 de mayo de 2012

HACER O NO HACER: EL TRÍO ES LA CUESTIÓN

Dicen que es el número uno entre las fantasías masculinas. Y se sospecha que las proporciones son similares entre las féminas. A muchos nos ha pasado por la cabeza que seis pares de manos, son mejor que cuatro, pero para llevarlo a cabo, hay que estar muy preparado emocionalmente.
Nuestra cultura monógama sitúan esta fantasía como un tabú, y realizarla sin estar del todo convencidos, puede resultar realmente dañino para la pareja que invita a un tercer miembro a su cama. Por eso, antes de ponerte en situación, analiza los pros y los contras. Te invitamos a despojar tus tabúes siguiendo una serie de consejos. Pero si tienes la más mínima duda, aplaza la decisión para cuando estés más seguro, o simplemente, no lo hagas.

¿Es conveniente hacer un trío?

Ni lo es ni deja de serlo. El hecho de hacer un trío debe ser algo placentero, un deseo hecho realidad, un sueño erótico cumplido. Y no un problema de pareja, ni algo que se perciba como sucio. Por eso, antes de ponerte “manos al trío” te aconsejamos que pienses muy bien en las consecuencias.
No es lo mismo soñarlo que vivirlo. Puede apetecerte mucho, y llegado el momento bloquearte por no saber cómo enfrentar la situación. O puedes tener sentimiento de culpa porque tu pareja se sienta mal. Puedes provocar una escena de película por culpa de los celos, o no acabar tan satisfecho como creías.
Por eso debes valorar y pensar muy bien porqué lo haces. Analiza si realmente lo deseas. Y asegúrate de no hacerlo simplemente para darle gusto a tu pareja, porque entonces, empezarán los problemas.
Repasa punto por punto. Es una decisión, que de no ser tomada con firmeza y seguridad, puede acabar cambiado el destino de tu pareja.

Vale, estoy decidido pero ¿con quién lo hago?

Esta es una de las cuestiones más complicadas. Un trío sexual vale. Pero un trío sentimental, siempre es peligroso y sin equilibrio. Por eso hay que plantearse muy bien la elección del invitado, en el caso de parejas que quieren hacer un trío; de la pareja, en el caso de los singles, y de los compañeros de trío que surgen espontáneamente.
Antes de nada hay que abordar varias cuestiones. Una de ellas es el sexo de las personas con las que quieres compartir un trío. Es quizás el punto más importante. No todo el mundo se considera bisexual. Y dependiendo de la orientación sexual de cada uno, se está dispuesto a llegar hasta ciertos límites. Si eres bisexual, o incluso sospechas que tienes algún punto, puedes disfrutar sin límites. Si no lo eres, busca dos personas del sexo opuesto, o del mismo, siempre dependiendo de tu orientación sexual. Y si, aun sin querer tener relaciones con un determinado sexo, las tienes, pon unos límites claros de hasta dónde estás dispuesto o dispuesta a llegar.
Por otro lado, hay que tener en cuenta la situación sentimental. Si eres celoso, o tu pareja lo es, quizás sea mejor que ni te lo plantees. Hay parejas que sólo muestran sus celos cuando lo ven con sus propios ojos. Sin embargo, les da igual si no lo ven. Estas singulares parejas pueden tomar la opción de participar en un trío, cada uno por separado.
Decide junto a tu pareja la conveniencia o no del “invitado”. Y por supuesto, siempre que no estéis de acuerdo en algo… no sigáis adelante. El trío puede suponer el fin de una relación sana y equilibrada, y si no es lo que buscas, mejor quédate quieto.

Estamos decididos: algunos consejos

  • Una vez que hayáis elegido a la persona con la que compartir esta experiencia, es recomendable tener una pequeña reunión anterior al encuentro en cuestión. Aseguraros de que os gusta y de que es respetuoso.
  • Nunca dejes a un lado a tu pareja, porque pensará que el trío es una excusa para acostarte con otra persona.
  • La confianza en tu pareja es fundamental. No se puede hacer un trío si existe desconfianza, porque siempre surgirán la duda y probablemente los celos.
  • Un trío es para tener buenas y nuevas sensaciones. Si crees que lo puedes pasar más no lo hagas.
  • Los tres miembros de la experiencia deben estar de acuerdo al 100%.
  • Déjate llevar… comparte cada deseo con cualquiera de los dos miembros, según te apetezca.
  • Intenta no prestar más atención a una persona que a otra. Intenta encontrar un equilibro entre ambas.
  • Es recomendable practicarlo con personas a las que no te una nada sentimentalmente. El trío debe quedarse en un trío y es necesario evitar crear vínculos emocionales, que podrían afectar en el futuro a la pareja.
  • No olvides practicar sexo seguro. Sobre todo si invitáis a un desconocido. Utilizad preservativo, barreras orales, y todas aquellas medidas higiénicas necesarias para evitar contagios. Recuerda utilizar preservativo nuevo con cada penetración con una persona distinta. Y si utilizáis algún tipo de juguete erótico, utilízalo con uno sólo de los componentes o límpialo como corresponde antes de utilizarlo con otro.

Si te decides... disfruta

Es la clave. Una vez que estés inmerso en un fantástico “menage a trois” déjate llevar. Disfruta del momento. Olvida los convencionalismos, y disfruta de cuatro manos para ti, dos labios que besar, dos cuerpos por los que viajar… Un trío puede ser una experiencia única si sabes cómo afrontarlos y te centras en el placer. Si no es así, puede ser catastrófico. Por eso es importante que medites la decisión.

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