viernes, 14 de septiembre de 2012

Alimentos Y Bebidas Anafrodisiacos

Todo el mundo busca las propiedades afrodisiacas de los alimentos. Algunos como las ostras, el marisco el general o especias como la canela, tienen un poderoso efecto positivo sobre el deseo sexual. Sin embargo, no todos los alimentos actúan de la misma manera. Es más, algunos actúan de forma totalmente contraria, inhibiendo el deseo sexual, o incluso impidiendo o dificultado el acto sexual.
Lo que comemos y lo que bebemos influye por tanto en la libido y en el rendimiento sexual, por eso es muy útil conocer a fondo las propiedades de los alimentos que ingerimos, dependiendo de los planes “erótico festivos” que tengamos.
Por norma general, los alimentos frescos y ligeros suelen ser los más apropiados para mantenerse bien durante una jornada maratoniana de sexo. Comer carne o pescado a la plancha con una buena guarnición de verduras, algo de pan y fruta, puede darnos la energía suficiente para satisfacer a nuestra pareja.


Entre los principales alimentos “antieróticos” tenemos que destacar los alimentos grasos de baja calidad: comida basura como hamburguesas, pizzas, perritos, golosinas, patatas fritas, frituras en general, etc. Los alimentos grasos generan una gran cantidad de toxinas que producen desequilibrios hormonales que pueden llegar a inhibir el deseo sexual. Además las grasas provocan una pesadez que se traduce en un adormilamiento extremo. Cuando se almuerza de forma pesada, casi siempre entra sueño después del postre… Por eso es mejor ingerir alimentos ligeros y de calidad nutricional, que liberen la energía de forma lenta, y sin influir en otros procesos bioquímicos del cuerpo.
En general, los alimentos altamente calóricos, los que van cargados de grasas malas y carbohidratos, disminuyen el nivel de energía y hacen descender el deseo sexual a niveles muy bajos. Y es que el cuerpo no tiene energía para el sexo si está ocupado en digerir y quemar el exceso de grasas que has ingerido.

Bebidas anafrodisiacas. Cuidado con lo que bebes

Las bebidas influyen de la misma manera que los alimentos dependiendo de los efectos que produzcan sobre el organismo.
El gran enemigo del deseo sexual, entre todas las bebidas, es el alcohol. Muchos creen que las bebidas alcohólicas sirven para estar más predispuesto a tener relaciones sexuales. Por un lado, no hace disminuir el deseo, incluso puede aumentarlo, ya que el alcohol actúa desinhibiendo de todos los tapujos y vergüenzas. Sin embargo, el alcohol, al igual que otras drogas, produce una acción sedante o relajante, que nos provoca una torpeza y movimientos lentos más que evidentes.
El alcohol empeora la circulación sanguínea, y por tanto dificulta la respuesta sexual, en el hombre dificultando la erección y en las mujeres ralentizando la excitación e impidiendo la estimulación acumulada en las zonas erógenas. Evidentemente, al dificultar la respuesta sexual, es muy complicado completar todas las fases de la misma, y por tanto lo es también el poder alcanzar el orgasmo.
Además cuando se consume alcohol, el organismo responde acelerando el filtrado de la sangre, y por tanto eliminando un exceso de líquido y toxinas por la orina. Por eso, tras ingerir demasiado alcohol, es necesario beber una gran cantidad de agua, para que de esa manera se evite el peligro de deshidratación.
Lo del alcohol es conocido por muchos. Sin embargo, existen otras bebidas, mucho más cotidianas y comunes que también interfieren en los niveles de libido, y que pueden ser las culpables de algunos problemas puntuales o de algunas disfunciones sexuales, sin que el que las consume lo sepa.
El café es una de las bebidas que hay que intentar recortar de nuestra dieta. Beber demasiado café a lo largo del día, además de poder crear ansiedad e insomnio, puede alterar el estado del esperma, reduciendo su conteo y afectando a la movilidad y calidad de los espermatozoides. Esto ocurre, porque en el café existe una cantidad considerablemente alta de fitoestrógenos, un componente que puede tener esos efectos.
El té actúa de una forma parecida. El que peor efecto produce es el té de menta, se cree que precisamente por el efecto de esta hierba, que parece ser que provoca oscilaciones hormonales en los hombres, provocándole calvicie, cambios en la voz y empeoramiento de su fertilidad.
Los refrescos gaseosos también provocan efectos bastante preocupantes en los varones. Resulta que aquellos que beben más de un litro al día de bebidas gaseosas y azucaradas, producen hasta un 30% menos de esperma que los que no lo hacen. Sin duda es un dato a tener en cuenta para aquellos que buscan ser padres.
De una manera o de otra, es necesario tener en cuenta lo que se come y lo que se bebe, para no llevarse un chasco en el “postre”. Cuida tu alimentación y disfruta tu sexualidad.

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