martes, 13 de noviembre de 2012

¿Cómo Afecta La Crisis Económica Al Sexo?

En los tiempos que vivimos los temas que más preocupan a la sociedad suelen ser el paro, la vivienda o simplemente como llegar a final de mes, tarea nada fácil hoy en día. Indudablemente esta situación acaba por afectar a todas las parcelas vitales, incluida la de la sexualidad. Desde que la crisis arrancó allá por

En los tiempos que vivimos los temas que más preocupan a la sociedad suelen ser el paro, la vivienda o simplemente como llegar a final de mes, tarea nada fácil hoy en día. Indudablemente esta situación acaba por afectar a todas las parcelas vitales, incluida la de la sexualidad.

Desde que la crisis arrancó allá por finales del 2007, los españoles han dejado de practicar sexo de manera notable.

Baja el sueldo y baja la libido.

Y no lo decimos nosotros. Es de lógica y además existen estudios como el que recientemente ha hecho Pfizer, que afirma que los españoles reconocen que la situación económica influye en su vida sexual y que el tiempo que dedican al sexo a la semana es de solo 34 minutos de media.
Son muchos los problemas que provocan este hecho. Las preocupaciones diarias no dejan el ánimo para muchos trotes: la subida del IVA y la consecuente subida de precios, los recortes en los salarios, el aumento de servicios básicos como la luz,… todos estos problemas nublan nuestra mente gran parte del día.
El que tiene trabajo se esfuerza mucho más que antes en conservarlo y además sufre crueles recortes en su salario. El que no tiene, a parte de la preocupación por conseguir el dinero necesario para abonar sus recibos y deudas, pasa gran parte del día repartiendo curriculum, haciendo cursos, estudiando oposiciones… haciendo cualquier cosa por conseguir trabajo.
El hecho de ver a nuestro alrededor como familias que conocemos pasan necesidades, cuando nunca las han tenido, o que los que ya eran humildes ahora pasan miserias… afecta a cualquiera.
Los psicólogos y terapeutas ya avisan que tener problemas sociales y económicos ciertamente graves afecta a la calidad y cantidad de las relaciones sexuales. Además de la parte emocional, este tipo de preocupaciones y ritmo de vida provoca una fatiga superior a la normal, que también hace que el sexo quede en un segundo plano.

¿Qué tipo de consecuencias puede tener la crisis sobre nuestra sexualidad?

Además del descenso acusado en el deseo, los problemas psicológicos causados por la crisis, pueden afectar de manera negativa a la respuesta sexual. En los hombres los problemas más repetidos son los relacionados con las erecciones.
La ansiedad y el estrés causados por la crisis son muy negativos sobre la erección masculina. La distracción, el cansancio y las preocupaciones pueden ser las responsables directas de episodios pasajeros de disfunción eréctil.
Tanto en hombres como en mujeres, la bajada acusada del deseo sexual es otro de los principales problemas derivados de esta crisis en este sentido.
En ellas además, las tensiones, preocupaciones o el estrés pueden causar además dolor durante el coito y anorgasmia.

El sexo ayuda a superar los problemas.

Es una realidad que los problemas afectan a la sexualidad. Sin embargo, paradójicamente el sexo puede ser la medicina que ayude a curarlos. En ese sentido, parece que no hemos perdido la perspectiva sobre los beneficios de la práctica sexual. En épocas de estrés, el placer sexual puede ser de lo más satisfactorio en el día. Una motivación al finalizar la jornada laboral, o la jornada de búsqueda de trabajo.
El sexo ayuda a aumentar la autoestima y refuerza los lazos entre la pareja. Aumenta las defensas mermadas por los bajos estados de ánimo. Provoca la secreción de sustancias como las endorfinas que ayudan a mejorar el estado de ánimo; activan la circulación sanguínea y en definitiva mejoran el estado general del que lo practican.
Son muchos los motivos por los cuales no hay que dejar de tener en cuenta el sexo como parte fundamental de nuestra vida. Así que, “al mal tiempo buena cara y a dejar las penas en la cama” que no nos quiten una da las pocas cosas de las que se puede seguir disfrutando gratis.

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