La importancia del juego erótico

La sexualidad está tomando cada vez más valor entre las prioridades de las personas. Ha pasado de ocupar un lugar recóndito e íntimo rodeado de tabúes a un primer plano en el que todos hablan, investigan y se preocupan por mejorar.

Todas las personas buscan constantemente la perfección en la pareja. Desde la comunicación, la convivencia y el afecto, hasta el terreno sexual.

Y cada parcela vital debe ser tratada como una planta, que nace, crece, se alimenta y muere. Para que la sexualidad tenga una larga vida saludable, debe ser mimada, cuidada con afecto y alimentada con pasión.

En ese alimento en donde entran en escena los juegos eróticos. Una vida sexual monótona y simple puede ser como un cáncer que se come poco a poco la pasión y acaba infectando al amor, y destruyendo a la pareja. Para que eso no ocurra, hay que buscar alicientes que hagan crecer la pareja, que permitan disfrutar del placer sexual y que puedan disfrutarse.

Sin embargo, la realidad más cruda es que el nivel de satisfacción de las parejas no es tan alto como ellas desearían, y son muchos los que se quejan de que sus vidas eróticas no son nada gratificantes, o no son lo suficientemente placenteras como desearían.

Para cuidar tu relación ¡Empieza a jugar!

En general solemos cometer el error de pensar que cuando dos personas se gustan, se atraen o se aman, está todo hecho. Sin embargo eso no es así. Quizás al principio la pasión inicial es imparable, y cualquier caricia desata el placer. Sin embargo, pasada la etapa de enamoramiento inicial, las hormonas descienden, y la libido en general se calma. Ya no es tan necesario el deseo sexual y el placer erótico como lo es el afecto y la seguridad. Ahí es cuando empiezan los problemas y salen a fondo las carencias.

Si no quieres llegar a ese punto, debes introducir elementos que animen vuestra vida sexual. Desde los juguetes eróticos y los juegos en pareja hasta los masajes sensuales pueden hacer que vuestra pasión no desaparezca nunca. Sin embargo, no debes pensar en este tipo de cosas como algo ocasional, sino introducirlo en tu rutina sexual para expulsar de la misma la monotonía.

Cuida la pasión, haz que cada momento sea nuevo, busca la innovación constantemente. No siempre la conseguirás, pero lo que está claro es que si lo intentas constantemente, el aburrimiento nunca se instalará en vuestra cama.

¿A qué jugamos?

El mejor juguete es tu mente y por eso, la primera norma para jugar es explotar la creatividad y la imaginación. Sin embargo son muchas las ocasiones en las que el cansancio, el estrés, o las tensiones del día a día nos bloquean, y lo que menos nos apetece es pensar.

Afortunadamente el mercado erótico lo hace todo por ti. Existen infinidad de juguetes, juegos y productos que pueden llevar un soplo de aire fresco a tu relación sexual.

Si sois de los que habéis probado poco el mundo de los artículos eróticos, ya es hora de que os iniciéis. No todo son consoladores gigantes y muñecas hinchables, chabacanos y vulgares. Este sector ha evolucionado mucho. La cosmetología erótica es sensual y glamurosa, y los juguetes tecnología punta y discreta, diseñada e ideada para hacerte volar hacia placeres indescriptibles.

Existen juguetes tan “ligth” como plumeros para acariciar con la suavidad de sus plumas, productos tan sensuales como velas aromáticas de masaje; polvos de miel para endulzar la piel de tu amante, divertidos masajeadores… con cualquiera de ellos puedes empezar a tomar contacto.

Poco a poco irás descubriendo un inmenso mundo de oportunidades para alcanzar el placer más intenso ¿Conoces las cremas estimulantes y vigorizantes de hombres, y las orgásmicas de mujeres? ¿Has probado lubricantes de sabores para el sexo oral? ¿Has pintado con chocolate sobre el cuerpo de tu pareja? Si esto son “ideas para principiantes” imaginaos todo lo que podéis añadir a vuestro momentos de intimidad.

Está claro que por algo hay que empezar, y jugar en este caso es de sabios. No esperes más y empieza a luchar por desbancar a la monotonía, y encender la llama de la pasión en tu vida sexual.