miércoles, 5 de junio de 2013

Sexo Tras Un Infarto

Aquellas personas que han padecido un ataque cardiaco tienen que ir poco a poco retomando su vida normal para afrontar las secuelas que una afección de este tipo acarrea y uno de los miedos más comunes es si pueden retomar su vida sexual.
Todo el mundo sabe que realizar el acto sexual supone un ejercicio cardiovascular y siempre existe el temor en aquella persona que sufrió un infarto que pueda tener otro ataque durante el coito.
Lo importante es despojarse de prejuicios ya que mucha gente evita tener relaciones sexuales por miedo a la muerte durante el coito, pero en realidad el porcentaje de fallecimientos durante las relaciones sexuales es muy bajo.

No hay que tenerle miedo al sexo

El esfuerzo de subir unas simples escaleras es el mismo que el de realizar el acto sexual, una simple actividad cotidiana a la que no habría porqué tenerle ningún miedo supone el mismo esfuerzo físico. Por ello, a pesar de que hayas padecido un infarto si te encuentras completamente estable y puedes hacer el esfuerzo de subir unas escaleras no debes tener miedo a tener sexo.
Para quitarte esos miedos es importante acudir a tu cardiólogo y consultarle todas las dudas que tengas y que te aporte toda la información necesaria para tu tranquilidad.
Además gracias a las nuevas tecnologías y a nuevos tratamientos sufrir un infarto ya no es lo que era, en aproximadamente dos semanas puedes reanudar tu vida normal. Solamente estará contraindicado si aquella persona que tuvo un infarto tiene un problema cardiovascular latente.

Disfunciones sexuales

Hay que destacar que durante los primeros días tras sufrir un infarto tu deseo sexual desaparecerá. En muchas ocasiones es frecuente que los pacientes presenten impotencia y frigidez, motivados por los tratamiento farmacológicos o por la presión psicológica de haber sufrido un ataque.
Las disfunciones sexuales en pacientes con afecciones en el corazón pueden tener diferentes causas: está el propio proceso orgánico de la arteriosclerosis y los factores de riesgo que la desencadenan o contribuyen a su empeoramiento (diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia...); por otra están los factores psicológicos, y finalmente, algunos fármacos que pueden alterar la función sexual.

En cuanto a la medicación

En lo que respecta a la medicación que hay que tomar después de un infarto esta no tiene que condicionar en modo alguno la práctica sexual. Eso sí, no son aconsejables los medicamentos tipo Viagra. En cualquier caso y siempre dependiendo de la gravedad del mismo y de la individualidad de cada persona, es necesario, consultar siempre con su médico.

¿Cuándo reanudar la actividad sexual?

La mayoría de las veces los pacientes que han sufrido un infarto tienden a posponer su actividad sexual, a pesar de que es una actividad relativamente segura para ellos. El riesgo de padecer dolores en el pecho o sufrir un nuevo ataque al corazón durante el encuentro erótico es muy reducido.
Tras un periodo de descanso razonable se puede reanudar la actividad sexual con normalidad. Pero los miedos y la ansiedad que provoca haber padecido un infarto es la principal causa por la que los pacientes no retoman su actividad sexual. Afecta más las secuelas psicológicas en los pacientes que los trastornos físicos, por ello, es esencial hablar con un experto y sobre todo hablar con tu pareja, para vencer esas inseguridades y ella se pueda adaptar al ritmo de tu recuperación.
De todas formas el ejercicio físico regular y la rehabilitación pueden reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares en quien ha sufrido un ataque al corazón o insuficiencia cardíaca. Mantener relaciones sexuales no solo no supone un mayor riesgo para la salud en los pacientes que han sufrido cardiopatías o que padecen una enfermedad cardiovascular, siempre que su estado sea estable, sino que además es recomendable porque su carencia acarrea consecuencias negativas ya que suele relacionarse con la ansiedad y la depresión.
Y es que en definitiva no hay que tener ningún temor a reanudar la actividad sexual porque además, aporta una mayor calidad de vida a personas que sufren alguna enfermedad cardiovascular, y también a sus parejas.
Si existe algún temor a volver a reanudar las relaciones sexuales, es imprescindible, aseguran los expertos, además de hablarlo con su médico, hacerlo también con su pareja. "Se debe tener en estos casos una actitud activa no sólo por parte del paciente sino también de la persona que está a su lado y comentar con sinceridad todos los miedos", aconseja Novales. Esto es, abordar juntos la situación e intentar comprender todas las inseguridades, y si es necesario, "acudir a un especialista".

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