lunes, 7 de octubre de 2013

Aprende A Utilizar Las Bolas Chinas

Las bolas chinas o bolas Ben Wa son uno de los juguetes sexuales preferidos de muchas mujeres. Se trata de dos bolas de pequeño tamaño y material ligero unidas por una cuerda, y en cuyo interior contienen otras bolas más pequeñas que producen un continuo tintineo y efecto vibratorio. La cuerda es la que nos permite introducirlas y sacarlas de la vagina o el ano. Actualmente, suelen estar fabricadas de materiales de fácil esterilización y limpieza como la silicona o la tradicional cerámica, y que además resulten agradables al tacto y a su introducción en el cuerpo. Existen bolas chinas vaginales y anales, con distintos acabados y efectos vibratorios.

Con el movimiento, la sensación placentera se acentúa. Las bolas Ben Wa producen una estimulación de baja intensidad, por lo que pueden ser utilizadas durante largas horas, incluso todo un día, como parte de un juego en solitario o en pareja. No obstante, dependiendo de la actividad realizada –por ejemplo, si nos vamos a correr-, su uso recomendado puede limitarse a un máximo de 30 minutos. También pueden utilizarse durante el propio acto sexual para contribuir a la mayor excitación de la pareja. Uno de sus mayores atractivos es que se trata de un juguete muy discreto del que nadie tiene por qué percatarse. Máxima diversión para tu disfrute exclusivo.

El Origen De Las Bolas Ben Wa

Según la leyenda, las bolas Ben Wa nacen en la época del Japón feudal como método utilizado por el emperador para poder tener relaciones sexuales con las concubinas sin tener que esperar a que lubricaran vaginalmente. Utilizadas también por las geishas, auténticas artistas del arte amatorio, empezaron a conocerse también como “bolas de geisha” y a ser objeto codiciado por muchas mujeres.
En las prácticas sexuales taoístas, las bolas ben Wa se utilizan desde hace siglos como herramientas útiles para ejercer el control y explorar el lado sensual de la mujer.

Consejos De Utilización

  • Su forma de colocación es muy sencilla: se introducen en la vagina del mismo modo que te colocarías un tampón (detrás del músculo pubococcígeo).
  • Para introducirlas, escoge la postura que te resulte más cómoda. Al ponerte de pie, será cuando contraigas de forma automática e inconsciente el músculo para evitar que las bolas caigan.
  • Es preferible que empieces a utilizarlas de forma progresiva y vayas aumentando los minutos cada día conforme tu cuerpo se vaya acostumbrando.
  • El hecho de haber sido madre influye también en su utilización. Los sexólogos recomiendan utilizar una sola bola para aquellas mujeres que hayan tenido más de un parto vaginal, ya que puede que no soporten el peso de las dos bolas.
  • Para limpiarlas, basta con agua y jabón neutro. Sé muy cuidadosa, eso sí, en su limpieza ya que tu higiene íntima depende de ello y la vagina es muy propensa a contagiarse de hongos y otras infecciones.
  • Puedes ayudarte con lubricante para su introducción en la vagina o en el ano.
  • Si las utilizas en solitario, puedes colocártelas mientras andas, bailas, subes escaleras o comes en un restaurante. Nadie, más tú, sabrá tu pequeño secreto de placer.
  • Al acabar, guárdalas en una bolsa de tela o similar para que no cojan suciedad ni polvo.
  • Y un consejo básico: las bolas chinas deben ser de uso personal e intransferible. No se las dejes a nadie.

Uso Terapéutico

De forma creciente, las bolas chinas son utilizadas por muchas mujeres –sobre todo, después de dar a luz- para realizar los ejercicios de Kegel y fortalecer los músculos vaginales. El objetivo puede ser desde mejorar el rendimiento sexual a combatir la incontinencia urinaria que sufren muchas mujeres tras el parto.
Estos ejercicios consisten en contraer los músculos con fuerza y bajo el control de la mujer, lo que ayudará no solo a recuperar el tono de la zona pélvica, sino que contribuye a tener mejores y mayores orgasmos, y a aumentar la capacidad para contraerse alrededor del pene durante la relación sexual.
Con los ejercicios del músculo pélvico, mejora la sensibilidad de la zona y se facilita la lubricación vaginal. Además, al golpear las paredes de la vagina, las pequeñas bolitas interiores mejoran también la circulación sanguínea. Para uso terapéutico, las bolas chinas no deben tener un acabado rugoso ni poroso (se recomiendan las de cerámica), mientras que en los juegos sexuales se suele optar por el material de silicona médica.

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