Increíble pero cierto. Existen muchas normas que giran alrededor de la temática sexual. Y no hablamos de delitos sexuales tal y como los conocemos: violaciones, abuso o acoso sexual, cerca de los cuales es entendible que exista una regulación normativa para afrontarlos.
No, no hablamos de algo tan lógico. Hablamos de normas insólitas, leyes obsoletas, y decretos que no tienen cabida en el mundo actual en el que vivimos, pero que siguen recogidas en la legislación de potencias como Estados Unidos, que puede compararse en este ámbito incluso con organizaciones tribales muy atrasadas.
Existir, existen. Ahí siguen recogidas. Lo que no sabemos es si alguien se libra, no ya del pecado, sino del delito. Y lo que es peor, no sabemos si existe alguna autoridad que se preste a supervisar que la población cumple al pie de la letra lo que dictan estas normas.
Estados Unidos, un caso sin igual...
Nadie puede imaginar la cantidad de sandeces que se hayan escritas entre los documentos legislativos de algunos estados de los Estados Unidos de América.
En dieciocho de ellos, ¡está prohibido el sexo oral! Pues ya me dirán como controlan que esto se cumpla… y a ver a quién hace daño quien lo practique. Pero no es lo peor. También se recogen normas como que “está prohibido que un hombre dispare su arma mientras su mujer tiene un orgasmo”. O que “está prohibido hacer el amor con las luces encendidas”…surrealista.
En Washington por ejemplo, la única postura permitida legalmente es el misionero. ¡Ah! Y está prohibido tener sexo con animales, pero sólo cuando estos pesen menos de 18 kilos. Si pesan más… carta libre.
En otros lugares, como en Vermont, las leyes sorprenden por un machismo intolerable: una mujer tiene que pedir un permiso escrito para poder utilizar una dentadura postiza. Y en Florida ya encontramos el colmo de los americanismos: una mujer soltera no puede practicar paracaidismo los domingos, ¡bajo la posible pena de cárcel! Estos americanos nunca dejarán de sorprendernos.
Los países musulmanes
Demás y de sobra sabemos que la figura de la mujer se valora de una forma muy diferente en la cultura islámica. En los países que profesan las enseñanzas del Corán, hay normas tan sorprendentes como que un ginecólogo puede realizar un examen de los genitales femeninos, pero no puede mirarlos. Nunca. Tocarlos si, pero mirarlos directamente no, solamente pueden utilizar un espejo para poder examinarlos visualmente sin mirarlos directamente.
El hecho de prohibir mirar los genitales femeninos se extiende también incluso al cuerpo sin vida de una mujer. Ni siquiera un enterrador puede mirarlos. Para ello a los cadáveres siempre se les cubren las partes íntimas con una madera o una losa.
En algunos países de oriente medio existe una curiosa norma relacionada con la zoofilia: está permitido tener sexo con un cordero. Sin embargo, es pecado mortal comer la carne del cordero penetrado. En Líbano además sólo está permitido tener sexo con animales hembras. SI el animal con el que se tienen relaciones sexuales es macho, el castigo aplicado es al pena de muerte. Sin comentarios.
En Nigeria, la violación está castigada… pero no como aquí. No es el hombre el que recibe el castigo. La castigada es ella, por haber mantenido relaciones sexuales antes del matrimonio, o fuera del mismo… la mujer violada, recibe cien latigazos… increíble pero cierto.
En el resto del mundo
En Hong Kong el adulterio no queda impune. El problema son las diferencias de género a la hora de imponer el castigo: si la mujer es la engañada, podrá matar a su marido, siempre y cuando lo haga con sus propias manos, sin usar ningún arma. Sin embargo, cuando es él el engañado, puede acabar con la vida de su mujer de cualquier manera, ayudándose de cualquier medio.
Las leyes bolivianas no se quedan atrás: entre sus textos se encuentra el permiso para tener relaciones sexuales con una madre y una hija, al mismo tiempo…
En medio del Pacífico, la isla de Guam recoge en su reglamento la prohibición de casarse virgen. Por eso muchas jóvenes deben pagar a caballeros para que las desvirguen antes de que les llegue el momento de casarse.
En Indonesia, está prohíbo masturbarse. Si aquí aún se considera un tabú, ¡Imaginaos en un país donde el castigo por masturbarse es la decapitación!
Somos afortunados
Está claro que viendo esto, podemos decir que en España somos muy afortunados por haber alcanzado la liberación sexual. Hoy en día existen muchos tabúes sociales anclados en nuestra cultura, pero es de agradecer que la decisión final de cada uno en lo que refiere a su vida sexual, no dependa de lo que recoja la ley. Tenemos la libertad de hacer lo que queramos con nuestra sexualidad, siempre y cuando no interfiramos en la libertad de otro.
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