Muchos de los problemas del aparato reproductor masculino y del aparato urinario, ambos relacionados, se solucionarían con visitas periódicas al urólogo. Sin embargo, parece que el grado de concienciación que tienen las mujeres con sus visitas rutinarias al ginecólogo aun no ha enraizado en la comunicad masculina.
La cultura, los tabúes y la superioridad masculina, les ha hecho creer que no necesitan médicos que controlen su “masculinidad”. Sin embargo muchas disfunciones sexuales nacen por problemas físicos o patológicos que podrían prevenirse con visitas y controles rutinarios del urólogo.
Esta aversión al urólogo hace que muchos hombres alarguen un problema de disfunción más de lo necesario, o que no atiendan patologías oncológicas, que pueden resultar con la muerte. Antes poco se podía hacer cuando se detectaba un cáncer de próstata, de testículo de vejiga… poco se podía hacer. Sin embargo hoy aparecen antes, pero si se acude al médico a tiempo, el pronóstico puede ser más que favorable.
Por eso es muy importante que los hombres conozcan el tipo de enfermedades que pueden afectar a su aparato reproductor para que le presten la atención médica necesaria que favorezca la prevención de dichas patologías, y eviten así que aparezcan.