La terminología sexual es tan extensa y variada que a veces, escuchamos ciertas palabras y expresiones que desconocemos por completo.
Hace poco se acuño un grupo de palabras que parece que se han puesto muy de moda en determinados ámbitos de carácter sexual. ¿Alguna vez has escuchado hablar de las relaciones vainilla o el sexo vainilla?
La dulzura de la palabra vainilla quizás aquí encierra un sentido más sarcástico, y es que es una especie de burla o descripción despectiva de un tipo de relación.
Cuando hablamos de relaciones vainilla, nos referimos a las relaciones sexuales convencionales. Se trata de un término acuñado por el colectivo BDSM, para denominar las relaciones o a las personas que mantienen relaciones diferentes a las que practican ellos, consideradas como relaciones aburridas y personas con muy pocas ganas de experimentar cosas nuevas en el campo de la sexualidad.
¿Cómo apareció surgió el concepto “vainilla”?
El “Vanilla sex” fue una expresión creada a finales de la década de los noventa por un grupo activista de BDSM.
El BDSM es un conjunto de prácticas sexuales vinculadas a la sexualidad extrema no convencional. A veces se confunde con el sadomasoquismo, sin embargo son las siglas de “Bondage, Domination, Submission and Masochism”, es decir: Bondage, dominación, sumisión y masoquismo. Se considera toda una subcultura.
Ellos fueron los que denominaron “Vainilla” a todo lo convencional, a lo que ellos rechazaban por ser normal y aburrido. El sexo vainilla es para ellos todo lo contrario a las actividades sexuales imaginativas, exóticas y atrevidas que ellos practican.
¿Por qué vainilla? La verdad es que la discusión con la que se llegó al término es cuanto menos curiosa. Resulta que la comparación entre la vainilla y lo “aburrido” proviene de la comparación con el que entra en una heladería de lujo italiana y tiene cientos de sabores deliciosos entre los que elegir, y sin embargo elige un triste helado de vainilla. El helado más simple, el más convencional. No es malo, está bueno, pero es demasiado insulso a lado de la gran variedad de posibilidades que ofrece la vitrina de la heladería italiana.
Los BDSM denominan vainilla de forma peyorativa a todo aquello resulta demasiado normal, clásico o convencional. El sexo vainilla podría definirse como el clásico coito en la postura del misionero, o ella encima, por ejemplo. Las relaciones vainillas son aquellas en las que las personas implicadas son incapaces de explorar el mundo de posibilidades que ofrece el sexo.
El sexo vainilla se basa en una actitud cómoda, estancada, rutinaria y poco aventurera en cuanto al sexo.
¿Cómo es el “Vanilla Sex”?
Se trata de un sexo muy light. Algunos lo podrían calificar de poco imaginativo, soso, y demasiado automático. Es ese sexo que viven muchas parejas ancladas en la rutina. Sin embargo, la connotación que dan a este concepto los activistas BDSM es demasiado negativa. El sexo convencional no es malo, es una opción con la que muchas personas siguen disfrutando.
Aquellos que hablan de este tipo de sexo lo conciben como el sexo más tradicional, el que tenían nuestros antepasados, algo mecánico sin juegos, sin preliminares, sin experimentación, sin búsqueda del placer. Las relaciones coitocéntricas, basadas en la penetración, con variación de posiciones, pero pocas…
Pero el sexo vainilla no se aplica solo al sexo heterosexual, sino que también se aplica a las relaciones homosexuales. Sin embargo, en el colectivo gay se atribuye este término a las actividades sexuales poco atrevidas, por ejemplo a limitar la práctica sexual a sexo sin penetración (curiosamente, al contrario que en las parejas heterosexuales).
Vainilla también es uno de los miembros de la pareja. El “compañero vainilla” es aquel que se siente más incómodo cuando se innova en la cama. Aquel, que si por él fuese… siempre haría lo mismo, sin sorpresas y sin novedades. Aquel que es algo sosito o sosita en el sexo…
Sin duda es una curiosidad terminológica en cuanto al sexo. Y sin duda, más de uno a partir de ahora se sentirá mal cuando pida un helado de vainilla… ¡Con lo ricos que están! ¿Con qué sabor de helado compararías tus relaciones sexuales?
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