El Sexo Anal es una práctica sexual que consiste en la introducción del pene (o de un juguete sexual en el caso de la masturbación anal) en el ano y el recto de la pareja. Además de los seres humanos, se conoce la existencia de esta práctica entre primates y cánidos.
Muchas personas encuentran placentero el sexo anal, y algunas pueden alcanzar el orgasmo, mediante la estimulación a través del ano Punto G y el clítoris en mujeres, así como mediante la estimulación de la próstata en los hombres. Sin embargo, muchas personas lo consideran doloroso, en ocasiones de forma extrema, lo que en algunos casos puede ser de origen psicosomático.
Es posible también que una mujer penetre analmente a un hombre o a otra mujer por medio de una prótesis, que comúnmente va sujeta a su pubis por medio de un arnés. Esta variante del sexo anal recibe el nombre de pegging.
La sexualidad anal abarca diversas formas de estimulación, desde la masturbación anal con los dedos al sexo oral-anal, conocido también como beso negro o rimming.
Los estudios confirman que aproximadamente el 10% de los hombres y de las mujeres adultos tienen una experiencia habitual con el coito anal, otro 10% tienen experiencias accidentales con el coito anal. Entre estos, el 43% de los casos ocurre bajo los efectos del alcohol o algún tóxico distinto. Además, afirman que existen mujeres que tienen siete veces más experiencia en el coito anal que algunos hombres homosexuales.
Para practicar el sexo anal debe existir un convencimiento de que se trata de una actividad sexual perfectamente normal entre personas que llegan al acuerdo mutuo de realizarla. Como novedad, como curiosidad o como algo a repetir con la frecuencia que se desee. Una vez llegados al acuerdo, debe plantearse hacerse con el mayor confort posible para ambos sexos.
El placer que conduce al orgasmo anal puede ser tanto físico como psicológico, debido a que dos anillos musculares llamados esfínteres rodean el orificio anal y cada uno funciona independientemente, así como las sensaciones que se producen al ser estimulados.
El externo se puede tensar y relajar cuando se desee, como los músculos de la mano, pero el interno refleja y responde al temor y ansiedad durante las prácticas anales, por lo que la relajación y la adecuada estimulación de cada uno son vitales para llegar al orgasmo anal.
La Importancia de la Higiene
La higiene debe cuidarse siempre. El ano debe estar limpio (agua y jabón es suficiente) y también conviene que lo esté el recto Quizás por eso, siempre resulte recomendable utilizar preservativos en el coito anal, además de para evitar contagios venéreos.
Posturas que Favorecen la Práctica
Podéis encontrar varias posturas para practicar sexo anal.
- Posición del perrito, tendidos los dos de lado en la cama, o ella tendida boca abajo y él encima.
- De frente, en una silla, ella sentada sobre él.
- Posición del misionero.
El coito anal produce sensaciones agradables a la mujer, pues el ano contiene numerosas terminaciones nerviosas que pueden erotizarse, pero no la conducen al orgasmo. Para que las mujeres alcancen el orgasmo con el sexo anal debe añadirse estimulación al clítoris. Es decir, que mientras se practica el sexo anal ellas deben masturbarse para lograr el orgasmo o también puede hacerlo él.
Técnicas para Lograr un Orgasmo Anal
Para comenzar es importante relajar la zona, por ello es perfecto iniciar el acto con un masaje en la zona anal. Antes de la penetración es vital que existan caricias y algunos toques alrededor del anillo externo para que la pareja se sienta lista. Incluso algunas personas pueden llegar a alcanzar el orgasmo con solo la estimulación externa anal en combinación con la genital o de otras zonas erógenas.
La segunda opción a practicar sería lo que conocemos como Rimming o Beso negro,. La estimulación con la lengua puede ser muy placentera, pero siempre debe realizarse con altas medidas de seguridad y de preferencia sólo estimular la zona externa.
Finalmente, terminaríamos con la penetración de forma suave y moderada.
Lo más importante de esta práctica es hacerla con tu pareja, conociendo los deseos y límites de ambos. Otra de las claves para alcanzar el orgasmo anal es aprender a controlar los músculos pélvicos, debido a que una manera efectiva y más intensa de estimular toda la zona es mediante contracciones. Asimismo, son muy importantes las caricias y otros estímulos previos en el resto del cuerpo. Cómo sabéis, en estos casos, ¡el placer es cosas de dos!
buen artículo.
ResponderEliminarMuchas gracias....
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