Una de las palabras que se usa en estos momentos para definirse a los homosexuales de una manera más “correcta” o al menos más suave que otro tipo de palabras, sin ofender, por supuesto, es la palabra “gay”, una palabra que tiene en realidad un origen bastante antiguo y del que seguro que no has oído hablar o al menos no le has echado un vistazo.
Por eso, aquí os ofrecemos algo sobre el origen de la palabra gay para que sepas de dónde proviene aunque su origen no está demasiado claro.
Según parece, unos dicen que es un anglicismo pero muchos otros le dan el origen occitano.
Otros dicen que proviene de gai, en castellano gayo, que significaba alegre o pícaro. De hecho, también algunos le dan origen francés de la palabra gai, ésta del latín gaius que significaba despreocupado, alegre, o bien de gaudium, que era “gozo”, de donde proviene gai (del occitano) que se transformó en lo que es ahora.
Lo cierto es que el origen exacto no se conoce pero sí hay varias referencias en la historia que han utilizado ese término para referirse a ciertas personas.
Uno de las referencias data del año 1500 cuando la Casa de los Borbón gobernó durante unos 200 años tanto en Francia como en España. En esa época tenían cierto gusto por un lujo y una ostentación así como un amaneramiento lo que, para los rivales, les hizo empezar a referirse a ellos como “alegres y femeninos” llegando así a considerarlos “gays” por ese tipo de comportamiento demasiado femenino para un hombre, o como se podría decir ahora, demasiado repipi, alardeando de su status, posición y de las riquezas que tenía así como de los buenos modales y su forma de comportarse.
Poco después, ese término en concreto, gay, se aplicó en Inglaterra a los hombres que se prostituían con otros hombres debido a que vivían de manera alegre y vestían con colores muy vivos. Sin embargo, no es la única referencia que se tiene; hay otra más, en los años 70 donde se uso “gay boy” para referirse a sí mismos (en la liberación homosexual que se dio en San Francisco). Poco después, en Estados unidos, se acuñó ese término para hablar de homosexualidad en una película, La fiera de mi niña, de Gary Grant, realizada en 1938 (quizás la primera vez que salía de manera mundial el término).
Hoy en día gay es una palabra que se usa para el género masculino y no para otros colectivos dentro del LGTB, aunque en algunos países sí que se usan tanto para el masculino como para el femenino para evitar confusiones (a pesar de existir el término lesbiana).
Según la Real Academia de la Lengua Española, gay es “aquel individuo perteneciente o relativo a la homosexualidad” con lo que, en base a ello, también se podría aplicar al público femenino aunque existe la palabra lesbiana que es el término que mejor lo conceptúa.
Siempre se ha considerado que la homosexualidad era, en realidad, un trastorno mental que se podía curar (aún ahora se piensa por algunos) cuando no entendían ese tipo de comportamiento en las personas. Sin embargo, desde 1972, la Asociación Americana de Psiquiatría eliminó la homosexualidad del Manual de diagnóstico de trastornos mentales y, más tarde, en 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo retiró también de sus enfermedades mentales por lo que considerarla una enfermedad es en realidad un gran error que no tiene fundamento.
A pesar de esto, como hemos comentado antes, todavía hay algunos colectivos que piensan que es una enfermedad y que se puede curar fácilmente con el tratamiento adecuado para que los hombres no tengan ningún tipo de atracción por alguien de su mismo sexo sino por el sexo contrario.
Así, como puedes ver el término comenzó como algo despectivo que después fue evolucionando a algo positivo y hoy en día son muchos los homosexuales que dicen ser gays sin que se sientan mal por esa palabra, cosa que puede cambiar al utilizar otros vocablos sinónimos que todavía tienen una connotación negativa, despectiva o incluso de rechazo y que seguro que se te están ocurriendo en este momento.
Ahora te toca a ti posicionarte y pensar sobre este colectivo, o el de las lesbianas. Pero como ves, el origen de una palabra tan clara de la tendencia homosexual en realidad empezó de una forma negativa que ha ido aceptándose por la realidad hasta llegar a nuestros días.
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