Cuidado con el phubbing

¿Eres de los que pasa las 24 horas pendiente de tu teléfono móvil aun cuando estás con tu pareja? ¿De los que, en el restaurante, no dejas de mirar de reojo el móvil para estar atento por si recibes alguna llamada o algún mensaje y saber en todo momento quién es? Eso, lamentablemente, afecta de forma negativa a las relaciones sociales porque uno puede llegar a pensar que es más importante su móvil que la persona que tiene delante y, cuando esa persona es tu pareja, puede sentir que tiene que competir con tu móvil por tu atención, algo que, sin duda, no creo que le guste a nadie, ¿verdad?

Pues eso que a lo mejor haces de forma indirecta es en realidad un problema que está extendiéndose en todo el mundo y está causando muchas roturas de parejas debido a que se presta más atención al móvil que a la pareja (hasta el punto de dejar las relaciones sexuales porque te han llamado, o recibido un mensaje). Y a esto se le ha dado el nombre australiano de Phubbing, una combinación de dos palabras, phone (teléfono) y snubbing (de desaire), con lo que sería dejar colgada a tu pareja por el teléfono.

El phubbing es una práctica que debe erradicarse porque, de seguir su evolución, al final nos
vamos a comunicar siempre mediante el móvil (o a través de las redes sociales, internet, etc.) y no cara a cara pudiendo llegar a hacer realidad esas películas en las que la gente pierde el contacto físico para hacerlo únicamente a través de internet (y con ello extinguiéndose). Por eso es que se ha creado una plataforma especial para desarrollar acciones que ayuden a las personas que tienen este problema a desconectar. Es la llamada stop phubbing, una plataforma con la que se podrá desconectar de los móviles para prestar atención a la pareja (que a lo mejor hace tantos años que no lo has hecho que hasta te vuelves a enamorar de ella).

Si nos basamos en los datos, lo cierto es que, el 97% de las personas que van a un restaurante acaban estando ocupados con sus móvilesy no se dan cuenta ni de lo que comen mientras que el 86% de ellos son adolescentes más ocupados en los sms que en otra cosa a pesar de que tienen delante a otra persona con la que pueden conversar (o dejándola colgada por ello).

Igualmente nos encontramos con que, al prestar más atención a estos productos, lo que se hace es que se pueden tener más atropellos, golpes o caídas debido a que no se presta atención a lo que se hace, solo a ir con el móvil o cualquier otro aparato de tecnología andando.

¿Y en el caso de la pareja? Es posible que algunos amigos puedan contarte de casos en los que el marido o la mujer lo/a ha dejado a medias por atender el móvil o porque le ha llegado un mensaje y éste era importante. Eso frustra la relación y no solo eso sino que también actúa de forma negativa en la comunicación de la pareja y en la propia confianza haciendo que al final la pareja pueda llegar a romperse.

Consejos para evitar el phubbing

A la hora de evitar el phubbing hay que tener en cuenta que debes hacer lo posible por deshacerte de tu móvil o de cualquier aparato que tengas y que te haga desconectarte de las personas con las que estás. Algunos consejos son:

• Intenta hacer metas, estar x minutos sin mirar el móvil, después alargarlo a horas, a pasar un día entero, etc. Todo intentando que cada vez pases menos tiempo colgado del móvil.

• También puedes hacer juegos. Hay uno muy común y es el de poner todos los móviles en una cesta e ir a comer a un restaurante. El primero que se levante a por el móvil pagará la comida de todos los que vayan al restaurante. Así se consigue de algún modo que la gente no esté tan enganchada a ese móvil (aunque se puede pasar muy mal, sobre todo las primeras veces).

• Tratar de desconectar el móvil, por ejemplo cuando se carga, para olvidarte de él las horas que está en carga y también intentar prestar atención a otras cosas ya que tu vida no es sólo el móvil sino que hay más cosas.

Quitarse de esta adicción no es fácil pero tampoco es difícil. Lo que sí requiere es de fuerza de voluntad y paciencia para lograrlo, si no, es imposible. Y, sobre todo, que tengas a tu pareja y quieras también hacer las cosas por ella.