lunes, 17 de febrero de 2014

Sexo y Celos

¿Cuántas veces has mirado el teléfono de tu pareja y has querido cogerlo y ver los mensajes que tiene o las llamadas que recibe? Seguro que más de una vez te ha pasado e incluso lo habrás hecho y después pedido explicaciones acerca de lo que has visto (con el consiguiente enfado de la otra parte por violar su intimidad, haya o no una razón de peso para hacerlo).

Los celos son uno de los males en las relaciones de pareja que puede influir de forma negativa entre dos personas, no solo en la comunicación, sino también en el sexo, haciendo que las personas cambien el amor o cariño que sienten por lo contrario hacia esa persona e incluso se sientan tan vigilados que quieran terminar cuanto antes con la relación.

Y es que los celos es algo habitual en los seres humanos que tenemos muy dentro desde la infancia, cuando somos niños y vemos que hay niños que ven un juguete en manos de otro y lo desea (hasta el punto de ir a quitárselo).

Cuando ya se es más mayor, se sabe aceptar al otro y que cada uno tiene unas cosas individuales pero, cuando se convive en pareja, muchas veces las personas piensan que eso equivale a que su pareja es suya exclusiva y siente celos si otra persona quiere “jugar” o solo ser amable con ella.

Una persona celosa lo que busca es la exclusividad de su pareja, es decir, que solo tenga ojos para ella y para nadie más, que no le interese nada ni nadie y solo quiera estar con esa persona, algo que hoy día no es posible porque cada uno tiene su propia vida al margen de la vida en común. Y esto se traduce en una falta de comunicación y ocultamiento de acciones que hacen que, cada vez, se desconfíe más de la pareja hasta que ya no se aguanta más.

¿Quiénes son más celosos?


A la hora de pensar en celos hemos de decir que las mujeres son las más sentimentales y las que primero sufren porque suelen tener ideas, a menudo equivocadas, sobre subestimarse, desconfiar de la pareja o de sí mismas por haber perdido la atención de su pareja, u otros problemas.

En el caso de los hombres celosos suelen ser desconfiados y rígidos en su forma de pensar. Para ellos es difícil olvidarse cuando tienen un pensamiento.

En cuanto al sexo, cuando hay una desconfianza en la pareja éste se resiente hasta el punto de haber una disminución del deseo de estar con esa persona e incluso molesta hacer el amor con ella.

Otros problemas que se pueden generar cuando hay celos en las relaciones son las siguientes:
  • Irritabilidad, antes, durante y después del sexo.
  • Hay problemas para llegar al orgasmo y disfrutar del mismo.
  • Problemas también en las erecciones o a la hora de lubricarse en el caso de las mujeres.
  •  Puede haber “gatillazos” tanto en el hombre como en la mujer.

Consejos para no ser celoso

Si no quieres ser celoso, o al menos tenerlo bajo control, podemos darte algunos trucos para evitarlo aunque si afecta de forma negativa a tu relación lo mejor es que pidas ayuda profesional.
  • Trata de relajarte. Está bien eso de pensar en tu pareja pero ella es una persona individual y necesita su propio espacio. Así que, aunque veas aspectos que te puedan sentar mal, cuenta hasta 10 antes de explotar.
  • Piensa que las relaciones suelen modificar a las personas y aunque ahora no pienses que eres celoso, lo cierto es que más tarde podrías cambiar y volverte más celoso.
  •  No compares a tu pareja con otra que hayas tenido y que no hiciera cosas que ésta sí. Las comparaciones son odiosas y lo que estarás haciendo es que él o ella piense que quieres a una persona como la que comparas pero no a ella por cómo es.
  • Descarta pensamientos que vayan a depararte en celos. Igualmente trata de no ir a sitios donde te vayas a sentir celoso para evitar problemas después. Si te dan celos, has de tratar de hablarlo con tu pareja. Ojo, digo hablar, no gritar o enfadarse.
  • Procura confiar en tu pareja. Ella te quiere igual que tú y si los sentimientos son fuertes entonces no debería haber nada que rompa la relación.
  • Ten en cuenta el respeto mutuo y no atar a la otra persona en corto. La mera restricción hace que las personas quieran hacer lo contrario y eso implica que se sienta incómoda en la relación con lo que el control se vuelve odioso, y los celos más aún.

No hay comentarios:

Publicar un comentario