Es el resultado de unir dos grandes placeres de la vida: el sexo y la comida. Muchas personas opinan que el buen comer produce un placer parecido al que provoca el buen sexo. La satisfacción y el gusto alcanzan niveles similares en ambos casos.
Cuando hablamos de cocina erótica, a muchos se les viene a la cabeza platos con formas fálicas o motivos eróticos. Es una parte de la cocina sensual, pero ni mucho menos es ese el concepto general. La idea de gastronomía erótica es todo aquello que el arte culinario aglutina en sí, y que puede llegar a crear sensaciones cercanas a lo erótico o que puede llegar a impactar en cierta forma sobre nuestra sexualidad, ya sea a través del sentido de la vista, en el caso de los platos con apariencia erótica, o por su efecto físico, como puede pasar en el caso de los platos afrodisiacos.
La gastronomía erótica abarca todas las áreas de la cocina: desde los ingredientes que se utilizan en cada receta, a la presentación, pasando por la bebida con la que se acompaña cada plato. Un ejemplo típico y sencillo puede ser un plato de fresas acompañadas de unas copas de champán. Otro ejemplo más elaborado serían unos canapés de hojaldre y ostras acompañados de marisco: todo un festival de alimentos afrodisiacos.
Los ingredientes del placer
Desde la prehistoria, los humanos ya intuían que ciertos alimentos o combinaciones de los mismos tenían el grandioso poder de aumentar la libido. Por eso, desde tiempos inmemoriales se han clasificado algunos productos como alimentos eróticos.
Entre los más conocidos podemos encontrar algunas especias como por ejemplo la canela, cuyos efectos sobre la libido femenina son mundialmente conocidos. O el marisco, entre los que destacan algunos como las ostras, las almejas, los percebes o la langosta. También son muy conocidos algunos condimentos y raíces con efecto estimulante, como el jengibre y ginseng que despiertan el sistema nervioso y mejoran la circulación sanguínea.
A veces, la cocina se vuelve erótica simplemente con añadir uno de estos ingredientes a tus platos preferidos. En otras ocasiones, la presentación, el ambiente, o la compañía, pueden hacer el resto y lanzar la sensualidad hasta las cotas más altas.
La presentación más sensual
En el gusto influyen, como en la sexualidad, muchos de nuestros sentidos. Por eso la presentación de cada plato tiene gran importancia a la hora de despertar las sensaciones que vamos buscando.
Existe una corriente culinaria denominada por algunos como “cocina porno”, que es aquella que en su presentación muestran motivos sexuales. Es una cocina muy utilizada en restaurantes con shows eróticos o catering para despedidas de solteros. Es más sexual que sensual, más evidente que sugerente, aunque hay que reconocer que puede llegar a ser muy divertida, e incitadora.
Sin embargo, cuando hablamos de presentación no solo queremos referirnos a la disposición de los alimentos en el plato. La combinación de colores, el ambiente que rodea al lugar de la comida, la intimidad o no del sitio, los aromas e incluso la iluminación, pueden influir en el poder erotizante de la comida. Por eso, si preparas una cena romántica o erótica para tu pareja, no olvides nunca ni el más mínimo detalle.
¿Y con que bebida despertamos los más bajos instintos?
Pues los grandes clásicos como el vino y la cerveza podrían valernos. No hay que abusar del alcohol, porque en grandes cantidades merma las capacidades sexuales. Sin embargo, hay que admitir que en pequeñas cantidades puede ayudarnos a desinhibirnos. Para ello debemos utilizar bebidas alcohólicas de menos de 15 grados. De esa manera nos aseguramos de que, si nos pasamos con la bebida, los efectos no serán desastrosos.
En ese sentido, la cerveza, el vino y la sidra son perfectos acompañantes de la cocina erótica. Los vinos además se perciben como muy sensuales, sobre todo los espumosos como el champán y el cava, perfectos para cualquier ocasión.
Y por supuesto, a base de estas bebidas, puedes preparar deliciosos cócteles acompañados incluso de frutas exóticas.
Las posibilidades más inimaginables
Las claves del éxito en este tipo de cocina son, no abusar de las cantidades, utilizar las combinaciones adecuadas, ambientar para acompañar, y sobre todo utilizar la imaginación. Con creatividad y mucho amor, podrás crear platos muy eróticos.
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