Siempre que hablamos de afrodisíacos, nuestra mente visualiza un grupo pequeño de alimentos entre los que siempre destacan las ostras, el marisco en general o algunas frutas exóticas. Sin embargo son muchos, más de los que imaginas, los alimentos que pueden ejercer una fuerte influencia sobre el estado de tu deseo sexual. SI quieres que el apetito sexual esté por las nubes, idea tus menús pensando en esta serie de alimentos.
Una ensalada de amor.
Los ingredientes con los que puedes hacer una ensalada de lo más tentadora, son muy variados. Si quieres que te levante la libido tanto que te olvides del resto del menú, toma nota de qué puedes poner en el bol:
- Puedes hacer una ensalada contundente, a base de aguacate. La forma del aguacate es muy parecida a la de un testículo, incluso su propio nombre proviene del término azteca “Ahuacualt” que significa “árbol del testículo”. Es suave, y tiene una textura y sabor fuerte, que hace especial cualquier plato.
- La cebolla, al contrario de los que muchos piensan, tiene propiedades sorprendentes. Ya los árabes los utilizaban como afrodisiaco y la incluían en leyendas que hablaban de erecciones de más de 30 días… evidentemente eran leyendas, pero está claro que un poder afrodisiaco si que tiene.
- La zanahoria, además de ser buena para la vista, tiene una forma fálica de lo más estimulante. Dicen que sus vitaminas y betacaroteno influyen de forma muy positiva sobre la erección. Los espárragos son refrescantes, diuréticos, tienen muy pocas calorías y además su consumo frecuente hace que aumente el deseo sexual.
- El apio, muy utilizado en la ensalada americana, junto a la cebolla y a las zanahorias, contiene sustancias que activan la producción de hormonas masculinas, algo que lo hace más que afrodisiaco.
- Si te gustan los vegetales frescos, apuesta por cambiar la lechuga por rúcula. Ésta tiene un sabor mucho más intenso y especial, y ha sido utilizada con fines eróticos desde la época de los romanos.
- Si quieres rematar la faena con la súper ensalada afrodisiaca, añade mostaza a tu aliño. A esta salsa, se le atribuye la capacidad de estimular las glándulas sexuales… ¡Menuda bomba!
Ideas para el plato principal.
El marisco es el rey de los almuerzos con final feliz… Las ostras por ejemplo, todo un clásico, han sido utilizadas como estimulantes del deseo desde la antigüedad. Muchos dicen que es por su parecido con los genitales femeninos… El caviar, todo un lujo para acompañarlas, posee unas proteínas especiales que tienen el poder de estimular la producción de hormonas sexuales. Si eliges carne, que sea roja. Y si va acompañada con una salsa de almendras, mejor que mejor. Este fruto seco ha sido símbolo de fertilidad durante siglos. Además su aroma es considerado afrodisiaco. Si en vez de salsa, te gusta la carne especiada e intensa, utiliza trufa, que por lo visto estimula incluso las terminaciones nerviosas de la piel, clavo, que dicen que actúa contra la impotencia, o nuez moscada. Ésta última dicen que en grandes cantidades es alucinógena. Así que… ya sabes… deja que se te vaya la mano con la nuez moscada y que la pasión os invada…
El postre más dulce.
Es la antesala al momento más íntimo… y en él se pueden utilizar grandes clásicos como el chocolate, que activa los neurotransmisores, y hace que se produzcan endorfinas, la hormona de la felicidad. Si no sois excesivamente golosos, apostad por la fruta: fresas y frambuesas, son eróticas hasta por su imagen, roja, redonda y tan sensual. Son una explosión de sabor cargado de vitaminas y minerales que pueden ayudaros a cargar pilas para toda una noche de pasión. El plátano también aporta más que energía, con numerosos minerales, sobre todo potasio. Para endulzar esta macedonia “ardiente” la miel es la mejor opción. ¡Los egipcios la utilizaban para luchar contra la impotencia!
Si necesitas especiar tus postres, no debe faltar ni vainilla ni canela, las dos especias dulces por excelencia, que despiertan los sentidos y la sensualidad.
¿Y como guinda del pastel?
¡Pues la bebida! En un almuerzo romántico o una cena, no debe faltar el vino, o el champang. El alcohol ayuda a desinhibirse, aunque bébelo siempre con moderación.
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