Hay días, en los que por trabajo, familia, hogar, uno se siente más agotado de lo normal, pero llega la hora de estar con su pareja y siente unas ganas tremendas de poder tocarla, sentirla, mimarla y hacer el amor con ella. Aunque con poca energía, inicias la relación pero a los diez minutos de comenzar ambos os sentís agotados y cansados. Para prevenir que esto suceda en un futuro, os dejamos y proponemos cinco posturas con las que no os cansaréis y podréis disfrutar toda la noche.
- LA CUCHARA: En esta postura, los dos os tumbaréis de lado con las piernas algo recogidas. Al estar el chico detrás, la penetración será trasera. Es una postura muy romántica ya que permite que os acariciéis en todo momento. Así, durante la penetración tu chico puede darte besos en los hombros, el cuello y, si inclinas ligeramente tu cabeza, en los labios. Si, además, quieres lograr una penetración más profunda, todo lo que tienes que hacer es inclinarte un poco para mejorar el ángulo y lograr la estimulación de tu punto G.
- LA TABLA DE SURF Y LA TABLA DE SURF INVERSA: Si te gusta ser tú la que manda en la cama, dile a tu chico que se tumbe bocarriba con las piernas juntas y túmbate encima suya, bocabajo, con tus piernas juntas también. Apoya tus brazos en sus hombros o agárrate a la cabecera de la cama y balancea tu cuerpo hacia delante y hacia atrás alternando con movimientos circulares. El contacto físico es casi total y al estar tú arriba, la penetración es más profunda. Con la tabla de surf el contacto físico es casi total. Si se te han cansado los brazos practicando la postura anterior, o ahora es él quien quiere llevar el control, daos la vuelta. Ponte tu bocabajo y deja que él se tumbe encima tuya, también bocabajo con tus piernas entre las suyas. En esta postura, ideal para principiantes en el sexo anal, la penetración será por detrás. Al estar tumbados, estaréis comodísimos. Asegúrate de tener una almohada blandita y déjate llevar por el ritmo que marque tu chico. En LA TABLA DE SURF INVERSA, tu chico no tendrá que trabajar ni las piernas ni los brazos, a no ser que quiera hacer que la penetración sea más profunda. En ese caso, separa tus piernas para que las suyas queden entre las tuyas y dile que apoye las manos en la cama para ganar fricción.
- LA SILLITA: A pesar de lo que su nombre indica, no es necesario practicar esta postura sobre una silla. La cama os bastará. Todo lo que tenéis que hacer es que él se siente con las piernas cruzadas y tú encima, mirando hacia él, envolviéndole con tus brazos y piernas. Hacer sentadillas y fondos a menudo reforzará tus brazos y rodillas. Es una postura muy romántica e íntima porque os estáis viendo en todo momento y podéis besaros. El movimiento es simple: balancea tu cuerpo y apriétate contra él de vez en cuando para sentirle dentro de ti. Como ves, hay opciones para que hacer el amor no suponga una actividad de gran desgaste físico. De todos modos, sí que es verdad que existen algunos ejercicios sencillos que puedes practicar en casa para ganar resistencia en la cama. Hacer sentadillas y fondos a menudo reforzará tus brazos y rodillas y ayudará a que aguantes más tiempo cuando practiques posturas sexuales.
- EL PULPO: Tu pareja se sienta en el suelo o en la cama, con las manos detrás y las piernas abiertas. Colócate sobre él, subiendo las piernas hacia sus hombros y con tus manos apoyadas atrás. Mantened los cuerpos muy juntos para evitar que él pierda el equilibrio. Esta es una de las posturas kamasutra en la que tu cuerpo adopta una posición elevada, lo que favorece un movimiento arriba-abajo muy placentero. Además, de esta forma, tu chico logrará un mejor acceso a tu punto G.
- LA SIRENITA: Ella se acuesta boca arriba en el borde de una cama, mesa o encimera. Una almohada bajo las nalgas puede dar un poco más de altura. Ella estira las piernas rectas y cerradas hacia arriba y desliza sus manos por debajo de las nalgas y la almohada para elevarse más, o se agarra al borde de la cama, mesa o encimera. También puede simplemente dejar las manos sueltas. El hombre se pone de pie delante de ella y la penetra. Si la cama o mesa es demasiado baja, puede arrodillarse. Él agarra los pies de ella para aumentar el efecto de la acción, de esta forma se consigue más estabilidad para una penetración más profunda.
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