Heroínas En Series

Sexo en Nueva York fue la primera serie que en los noventa que revolucionó el mundo femenino acercando el pensamiento de las mujeres a la gran pantalla. Cambió el panorama televisivo haciendo que sus protagonistas se convirtieran en verdaderos iconos del feminismo, de la moda y de la mujer moderna tal y como la conocemos hoy día. Visionaria, machista, icónica, superficial, divertida, frívola, ocurrente, revolucionaria, Sexo en Nueva York siempre ha despertado odios y pasiones pero lo que es indudable es como ha marcado un antes y un después en el mundo de las series de televisión. Probablemente una de las razones hayan sido sus afamadas protagonistas y la capacidad que han tenido las mujeres de identificarse con ellas. Descubramos por qué.

• Carrie Bradshaw: Ella es una mujer urbanita, mejor dicho, de la city por excelencia, o sea, de Nueva York. Es práctica y elegante, chic e 
ingeniosa, atractiva y muy glamourosa, adicta a los zapatos caros.
Periodista, trabaja en una publicación neoyorquina capturando la esencia de la vida y la sexualidad de sus habitantes. Es un 
manojo de nervios, es la más impetuosa al momento de vestirse: siempre agresiva y presumida. Vive al borde de la dominación 
hormonal, siempre que posee algo se siente culpable de tenerlo y por ello es capaz de arruinar sus experiencias de vida. Con un guardarropa envidiable, pero con una lista de amantes desafortunados.
• Samantha Jones: Es la femme fatale del grupo, la que tiene una seguridad en sí misma arrolladora, lo que ella cree que está bien se hace y punto. Es exitosa en los negocios de Relaciones Públicas. Su forma de ser le hace conseguir lo que quiere: mesas en los mejores lugares, hombres con que acostarse, tiene problemas para comprometerse, su vida sexual es gigantesca y diversa. Siempre sabe lo que quiere y cómo conseguirlo... Sobre todo si a hombres se refiere. Aparentemente su forma de vivir la vida es envidiable, pero da a pensar que bajo la frívola apariencia de Sam se esconde un corazón que teme quedar al descubierto... Su estilo de ropa es como su personalidad: llamativo y hace lucir su figura.
• Miranda Hobbes: Es la mejor amiga de Carrie, una brillante abogada que fue la primera en experimentar la maternidad aunque sea madre soltera. Pese a que ahora sus obligaciones como madre la tienen un poco más apartada del grupo, sigue estando al otro lado de la línea telefónica siempre fiel a sus amigas. Es el prototipo de la mujer trabajadora, es abogada, vive entregada a sus labores de mujer independiente y viste de manera pragmática, con muchos trajes. Es la más calculadora de todas, sumamente sarcástica, ácida y cuando reacciona hiere con sus palabras.
• Charlotte York: Trabaja en una Galería de Arte de la Gran Manzana, y sigue conservando el optimismo, la dulzura y el romanticismo que debería perderse al poner el primer pie en Manhattan. Cumplió su sueño infantil de casarse con un 'soltero de oro' neoyorkino, Trey MacDougal, del que luego felizmente se divorcio. La inocente Charlotte es el contrapunto al cinismo de Miranda, a la frivolidad de Samantha y del pesimismo de Carrie, aunque en ocasiones haya dado verdaderas lecciones de lo que es el coraje y la fe en lo que siempre ha creído. Su forma de vivir y ropa la determinan como una mujer de las más refinadas de Nueva York, sus modales son chapados a la antigua; es la refinada del grupo, formal, con ganas de instalarse y vivir una vida de familia. Es la más humana de todas las amigas, intenta no demostrar maldad , ser solidaria pero esto la lleva a poseer actitudes infantiles ya que responde intuitivamente; sin razonar sobre muchos temas y en otros se pone caprichosa hasta conseguir lo que quiere.

Estas cualidades son las principales razones por las que miles de mujeres en el mundo las adoran y se han sentido identificadas en algún momento de su vida con alguna de ellas. Femeninas, autosuficientes, estilosas, amigas de sus amigas, modernas pero que se mueren por que haya un hombre que las entienda. Se puede llegar a pensar que los personajes de estas mujeres algunas veces caen en el cliché fácil. Comentaban las malas lenguas que eran personajes creados por guionistas masculinos convirtiendo a nuestras heroínas en estereotipos, pero aún así han marcado un antes y un después en la historia de la ficción televisiva y han hecho soñar a muchas mujeres con un vestidor como el de CaSexrrie, o con tener uno de los amantes de Samantha y la vida de princesa de Charlotte.