Uno de los momentos más incómodos al principio de la relación, es la primera “mañana después”. Le hayas conocido la noche anterior, o en el trabajo, o en cualquier situación, seguro que nunca has compartido un momento tan íntimo con él como puede ser un despertar.
Si estás en tu casa, perfecto. Puedes huir un momento al baño y prepararte disimuladamente, hacer un retoque de un discreto maquillaje natural, perfumarte, lavarte,… sin embargo, puede que la noche loca te haya llevado hasta su terreno, Y claro, si no llevas un neceser de emergencia, la cosa se complica.
Si quieres seguir siendo la “diva” que conoció anoche, y no un “deseco humano de resaca”, te damos algunos consejos, para que tu noche de juerga sexual no se refleje en tu rostro ni en tu cuerpo.