Algunas chicas no controlan del todo las técnicas sexuales que deben utilizar durante el sexo. A veces quieren innovar sin conocer las consecuencias, otras veces creen que están haciendo algo bien y nadie les ha dicho nunca que están equivocadas… o simplemente no saben muy bien lo que puede excitarles y lo que puede hacerles desaparecer el deseo momentáneamente.
Lee atentamente… y empieza a corregir lo que no sabías que hacías mal…
Cambia tu actitud
Lo que nuestra cara, nuestros gestos o nuestro cuerpo dice, no se puede ocultar. Muchas veces intentamos disimular cosas que no podemos esconder, y no somos consecuentes al respecto.
- Empezando por el deseo, ¿por qué accedes a tener sexo si no tienes ganas? Es mucho mejor decir que no, en vez de poner excusas que ya están muy vistas, como “me duele la cabeza” (entre otras cosas, porque ya se ha comprobado que el sexo ayuda a eliminar las cefaleas).
- ¿Fingir orgasmos? Fatal. No sólo le estás engañando, que ya está feo. Es que además te engañas a ti misma. Porque si tu chico ha hecho una “faena” horrorosa y se siente premiado con un “supuesto orgasmo múltiple”… pensará que es un as en la cama. Y nunca, nunca jamás aprenderá a hacerte disfrutar. Tú misma…
- No te reprimas. Deja que vea tu cuerpo y lo disfrute. Jadea y gime todo lo que haga falta (siempre que no molestes en exceso a tus vecinos). A él no le gusta estar con una estatua en la cama… prefiere una diosa del sexo.
- Concéntrate en lo que estás haciendo. Cuándo estás a otra cosa se te nota… tómate tu tiempo antes de empezar y disfruta del postcoito junto a tu pareja… no salgas corriendo para seguir haciendo cosas.
- No te quejes demasiado… está bien que si algo no te gusta lo digas… pero existen muchas maneras de hacerlo. En vez de enfadarte o corregirle, indícale de forma sutil lo que quieres que te haga.
Cuidado durante el sexo oral
A todos les encanta… hay una delgada línea entre hacerle ver las estrellas de placer, o estrellarte contra el suelo por cometer errores garrafales. Ten cuidado:
- A muchas chicas no les gusta el sabor del semen. Si este es tu caso, no tienes porqué permitir que entre en tu boca. Puedes hacer una felación hasta el momento de la eyaculación y tu chico disfrutará igual. Es preferible que pares antes de tiempo, a que le pongas una cara de asco que le corte el rollo totalmente.
- El sadomasoquismo está muy bien. Puede que a tu pareja le guste que le muerdas, le arañes, le pellizques… pero ojo. Este tipo de acciones cuando estamos poniendo toda la carne en el asador sobre su miembro… puede que no le gusten tanto. El pene es muy sensible, y morder o pellizcar (esperemos que no se te ocurra arañar) puede resultar doloroso.
Cuestión de palabras
Las palabras en el sexo son importantes. A veces por exceso y a veces por defectos. En ocasiones sobran… y otras veces se echan de menos…
- Durante el sexo… habla. Pero no de cualquier cosa. Lanza piropos, di lo que quieres, expresa cuánto te gusta. Porque el silencio absoluto te harás parecer una momia.
- Tras el sexo, nunca digas que no te ha gustado, o eches en cara algún problema sexual como por ejemplo una erección insuficiente o una eyaculación precoz. Hundirás a tu chico.
- Ni se te ocurra soltar algo que no viene a cuento en pleno acto sexual, y mucho menos el nombre de otra persona que no sea la que está en la cama contigo… ya sabes las consecuencias.
- Tampoco te dé por preguntar sobre tu cuerpo, o reafirmarte en tus complejos. Si tu chico está contigo, ¿Qué más da que tengas celulitis? Está claro que a él no le importa. Aunque tengáis confianza y él sea tu mejor consejero, deja esas cuestiones para otros momentos.
Pequeños detalles… que pueden arruinar el momento
A veces la lógica se nos escapa, pero hay cosas que molestan… especialmente a ellos.
- No explores su ano sin su permiso. No decimos que lo hagas en el momento que se te ocurra… pero hay ciertos orificios sobre los que hay que conversar antes de pasar a la acción. No a todos les atrae la idea.
- Muéstrate receptiva a su iniciativa pro probar cosas nuevas. Si te niegas a todo, llegará un momento en el que caeréis en la rutina irremediablemente… y la culpable habrás sido tú. Si no te gusta lo que te propone, al menos, ten iniciativa y propón cosas nuevas tú también.
- Si no encuentra el punto G, no te pongas exigente ni te enfades… con práctica todo llega, no le hagas parecer un inútil, porque se sentirá como tal.
- No interrumpas el acto sexual… hay quien va al baño en pleno apogeo… o quien contesta el teléfono, o quien se levanta para apagar la luz… sólo conseguirás que se pierda la magia del momento.
Si sigues esta serie de consejos y pones lo mejor de ti misma, es posible que consigas que la pareja llegue a un estado de satisfacción plena. ¡Suerte!
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